Ciertos centros en el cuerpo energético llamados chakras,
de forma muy parecida ha como los órganos gobiernan el cuerpo físico,
gobiernan los sentidos sutiles por medio de los cuales damos y recibimos
información que no es aparente en el plano físico. Sirven además como
salidas para dar y recibir energía. En los puntos en los que se
encuentran los chakras, la energía fluye hacia adentro y hacia fuera
entre el cuerpo físico y los planos no materiales conectándonos con la
divinidad en nosotros mismos y en otros. Esencialmente son los canales
para la visión de la que hemos hablado anteriormente. Cuando te
sintonizas con tus chakras puedes sentirlos como esferas o pulsaciones
de energía de un diámetro de dos y medio a cuatro centímetros.
La gente creativa, los visionarios y los psíquicos tienen
chakras muy sensitivos que son fáciles de dañar. Ellos sienten todo tan
agudamente que les resulta doloroso y pueden drogarse, beber o comer de
más para amortiguar el dolor. Las personas con chakras de aguda
sensibilidad no son muy bien apreciadas en nuestro mundo y se les puede
considerar raros. Pueden sentirse aislados y orientarse hacia las
adicciones en un intento por compensar su soledad.
Cuando las herramientas de poder como las drogas o el
alcohol se mal utilizan, los chakras se bloquean y tendemos a sentirnos
separados, tanto de la humanidad como de lo Divino.
También nos sentimos separados del flujo de la fuerza de vida que el cuerpo energético provee.
El abuso de químicos, incluyendo el de aquellos no
considerados como drogas, atasca los chakras, fijando al usuario
principalmente en los tres chakras inferiores. Sin duda, comprenderás el
origen de ciertos síntomas en las descripciones que siguen.
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